Es uno de los circuitos más icónicos y bonitos del Mundial, al estar situado en un valle de la renombrada Toscana. Propiedad de Ferrari desde 1988, se considera la meca del motociclismo para los aficionados italianos.
Mugello tiene el récord de velocidad punta en MotoGP: 354,9 km/h. Lo logró Andrea Iannone la temporada pasada.
Varios equipos de MotoGP utilizan este trazado como pista de pruebas. Pero no son los únicos. La policía italiana lleva a cabo cursos de conducción para prepararse ante diferentes situaciones, como persecuciones y tareas de escolta, con los coches oficiales de los Carabinieri.
Las primeras carreras en el valle de Mugello datan de 1914, en un circuito de carretera de 66 kilómetros. La competición, con algunas interrupciones, terminó en 1970, cuando por motivos de seguridad nació la idea de construir un circuito permanente, inaugurado en 1974.
La mayoría de las curvas de Mugello se llaman como los caseríos y granjas que estaban en la zona antes de que el trazado fuera construido (como Correntaio), los pueblos cercanos (Scarperia, Borgo San Lorenzo y Luco) o pilotos del siglo XX (Materassi y Biondetti).
Las tradicionales zonas de acampada para aficionados se encuentran dentro del propio recinto del circuito, que se convierte durante el fin de semana en un gran camping repartido por las zonas de pelouse.
Se permite incluso la entrada de autocaravanas por un precio que varía entre los 64 y los 80 euros. El récord de asistencia de este tipo de vehículos en un GP de Italia fue de más de 1.800.
El famoso lema del público del GP de Italia es “Al Mugello non si dorme”, que significa “En Mugello no se duerme”, en referencia a la fiesta que hay durante todas las noches, especialmente la del sábado. Todo vale para generar ruido: motosierras, ciclomotores trucados y motos de cualquier cilindrada. El objetivo es hacer ruido y para ello también se valen de altavoces a través de los cuales suena música a todo volumen.
Por esta razón, algunos pilotos que habitualmente se alojan en un motorhome en el circuito, el sábado previo a la carrera, prefieren dormir en un hotel y poder así descansar.
Al terminar la carrera de MotoGP, se ha popularizado la invasión de la pista por parte de los aficionados, una tradición que se ha extendido a otras pruebas del Mundial, como Misano.
La invasión está abierta a todo el público y permitida desde la Dirección de Carrera. Se abren diez accesos a la pista para garantizar la seguridad de los asistentes.
El valle de Mugello se encuentra a unos 30 kilómetros de Florencia, la ciudad más importante de la región y capital de Italia bajo la dinastía Medici, entre 1865 y 1871. Su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La familia Medici era originaria del valle de Mugello y, junto a la familia Lorenzi, invirtieron grandes cantidades de dinero para dotar de relevancia a la zona. Atrajeron a artistas y arquitectos de toda Italia.
La Toscana tiene unos 3,8 millones de habitantes y recibe al año unos 40 millones de turistas.
En el pueblo de Borgo San Lorenzo, cercano al circuito, se encuentra la estatua de Fido, un perro callejero que fue adoptado por un trabajador de una fábrica de ladrillos. Cada día acompañaba a su dueño a la parada del autobús cuando iba a trabajar y lo esperaba a la vuelta. En 1943, durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, su dueño murió, pero Fido siguió esperándole durante meses en la parada del autobús. La historia se hizo famosa en toda Italia.