via: Box Repsol
El piloto de Castellar del Vallés lo ha dicho muchas veces: “Me apasiona la cultura japonesa”. Así que desde Box Repsol nos hemos decidido a preguntarle por un tema que no sale en las ruedas de prensa de los GP, pero que nos enseña al Dani más personal. El 26 adora al país del sol naciente y es que su apodo, “bebé samurai”, no es una casualidad.
Hola Dani, como todos sabemos tu apodo es “bebé samurai”. ¿Crees que tu amor por Japón te eligió a ti o que tú lo elegiste a él?
No podría decirte qué vino primero, pero siempre he sentido fascinación por los samuráis y la cultura japonesa. No sé quién eligió a quién, pero para mí ha sido una unión ideal.
¿Tienes algo que te recuerde a Japón en tu día a día?
Obviamente tengo el pequeño samurái como logo, que es algo que veo continuamente en mi vida cotidiana. Además, al haber trabajado a lo largo de toda mi carrera con Honda, he recibido muchos detalles y regalos de fans y compañeros japoneses que guardo y que siempre me recuerdan al país. Tengo un vínculo muy fuerte con Japón y los japoneses, ya que han sido una parte importantísima de mi vida.
Sabemos que el GP de Japón es uno de tus favoritos. ¿Cómo es la estancia en Japón durante un GP?
La verdad es que es una pena que no tengamos mucho tiempo para visitar el país, porque el fin de semana de la carrera estamos a tope y nos quedamos en el hotel del circuito. Así que lo único que vemos es la pista y el hotel y, después del GP, normalmente tenemos que irnos al destino de la siguiente carrera.
¿Has estado de vacaciones en Japón? ¿Te agradaría volver? ¿Qué te gustó más de la visita?
Nunca he tenido la oportunidad de estar de vacaciones en Japón, pero siempre he pensado que cuando me retire me gustaría viajar unos meses por el país para conocerlo. Visitar los templos, empaparme de las formas de vida tradicionales japonesas, estudiar algunas técnicas de meditación y aprender más sobre el tema. Lo que sí puedo deciros es que la gente es muy amable y hospitalaria y su cultura, tan fascinante, hay que conocerla.
¿Qué te traerías a casa de Japón? ¿Y qué cosas de aquí, de España, te gustaría llevarte a Japón? Aparte del jamón, claro está… ¡Ja, ja, ja!
En realidad no me llevo nada a Japón, porque me gusta empaparme de su cultura cuando estoy allí. Pero sí que me gustaría traerme a casa algunas espadas de samurái para colgarlas en mi casa.
¿Te “mola” el karaoke? ¿Cantas bien? ¿Has cantado alguna vez en un karaoke en Japón?
¡Ja, ja, ja! No, ¡y canto fatal! Aunque depende de dónde y con quién esté. Soy bastante tímido, así que no es algo que haría con un grupo de gente desconocida o en público, pero a lo mejor me atrevería con unos pocos amigos en un entorno más íntimo. Lo probé una vez en Japón, en 2013. Después de la carrera de Motegi muchos del paddock van a The Cage, en Narita (cerca del aeropuerto). Aquella vez nos lo pasamos muy bien, cantando y de fiesta con el equipo.
Hay algunas expresiones en japonés que son inolvidables y transmiten la cultura japonesa. ¿Podrías decirnos dos expresiones que se te hayan quedado grabadas?
Concretamente expresiones no, pero sí que hay algunas tradiciones que me ha enseñado mi equipo y que valoro muchísimo. Una son los muñecos Daruma, que los japoneses consideran un talismán de la buena suerte. Al principio, los ojos de las figuras son completamente blancos. Entonces debes elegir un objetivo o un deseo y pintarle uno de los dos ojos al muñeco. Cuando alcanzas el objetivo deseado puedes pintar el otro ojo.
¿Te gusta la comida japonesa? ¿Cuáles son tus platos favoritos? ¿Te gusta cocinar sushi, tempura y otros platos tradicionales japoneses?
Me encanta el teppanyaki y el sushi, ¡y los fideos también están muy buenos! No cocino muy bien, así que mejor se lo dejo a los expertos…
¿Te gustan las artes marciales? ¿Hay alguna que te guste especialmente por su filosofía?
Sí, mucho. Especialmente me gusta el arte del aikido, que utiliza movimientos circulares en lugar de lineales: la persona que se defiende se aparta de la línea de ataque y neutraliza al oponente usando la inercia de este mismo. El defensor no intenta bloquear el golpe del oponente ni chocar de ninguna otra forma con la fuerza de este. Dado mi tamaño, creo que esta arte marcial es la más interesante, ya que solo te defiendes y utilizas la energía del oponente contra él mismo.
¿Sabes un poco de japonés? ¿Puedes decir tres frases seguidas en japonés? Puedes mandarnos un vídeo para demostrarlo ?
Puedo decir algunas frases básicas, como «Hola, soy Dani Pedrosa, encantado de conocerle. ¡Hasta luego!», ¡ja, ja, ja!
¿Has probado algún otro tipo de arte japonés tradicional? Como los arreglos florales, la caligrafía, la cocina, la pintura, etc.
No, pero me encantaría aprender más sobre el arte japonés de la arquería (kyudo). Es un tipo de meditación que consiste en encontrar tu «zen» para estar más presente en el momento actual sin mirar atrás ni al futuro. Solo si consigues esto puedes alcanzar tu máximo potencial y encontrar la armonía interior. Se aprende con la mente y el intelecto, pero para practicarlo no usas ninguno de los dos; al contrario, debes desvincularte del intelecto e intentar estar completamente absorto sosteniendo el arco, sin sentir la necesidad de dar en el blanco. Esto te permite practicar de un modo que se centra en respirar de forma adecuada, tener la actitud y mentalidad adecuadas y realizar unos movimientos corporales adecuados, no solo en dar en el blanco. Si haces todo esto bien, puedes dar en el blanco, potencialmente con los ojos cerrados. Y fíjate que digo potencialmente. Porque para acercarte a ese momento tendrías que practicar durante muchísimos años y aun así es posible que no lo consiguieras. El kyudo, así como todas las otras artes, intentan centrarse en el camino, no en el destino.
Hace poco nos contaste en #AskMarcDani2017 que te gustaría aprender más sobre el mundo zen y la meditación. ¿Qué sabes de la filosofía oriental?
«Zen» en japonés significa meditación, y lo único que sé es que se trata de una práctica de meditación muy potente y antigua. Requiere un gran autocontrol e incluye técnicas e ideales para favorecer la relajación, potenciar la energía interior y desarrollar sentimientos de compasión y paciencia.
¿Quién ganaría en un combate: ninjas o samuráis?
No importa quién gane. Lo más importante es la actitud, y yo prefiero la de un samurái.